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Playa Rica, Un Eco-barrio - la cohesión comunitaria al servicio de la construcción colectiva

Desde el año 2018, el barrio Playa Rica viene experimentando un proceso de transformación que se apoya en el trabajo comunitario, la pedagogía y el sentido de pertenencia por el espacio; logrando impactar e incluir dentro de sus dinámicas y actividades a diferentes actores como niños, adultos mayores y personas en situación de vulnerabilidad.



Aspectos espaciales

El barrio Playa Rica está ubicado al oriente del municipio de Itagüí, entre la Quebrada Doña María y el centro del municipio. Es un barrio que, aunque al comienzo tuvo cierto nivel de planificación, creció desordenadamente al llegar, paulatinamente, nuevos habitantes. Este barrio, aunque está cerca del centro del municipio, siempre fue visto, por los que no lo habitaban, como un lugar al que no se atrevían a ingresar, y para los del mismo barrio existía, a su vez, la idea de que el otro lado era peligroso. Esto generó dificultades para los intercambios vecinales.


Los habitantes del barrio decidieron, entonces, emprender acciones de mejoramiento de su entorno. Uno de los primeros trabajos comunitarios realizados fue el de limpieza y sensibilización sobre la disposición de los residuos, con esto se logró cohesión social y el ver la posibilidad de recuperar espacios públicos con potencial para la apropiación y la interacción comunitaria. Este es el caso de los lotes, que pasaron a ser de dominio público con la demolición de predios para la construcción de vías, que quedaron sin uso y que se convierten en lugares propicios para la apropiación de los ciudadanos, creándose la posibilidad de nuevas intervenciones.


Aspectos sociales

Playa Rica, Un Ecobarrio es una iniciativa con tres años de trayectoria que se desarrolla a través de 4 componentes: Territorio y Memoria, Biodiversidad, Residuos y Agua, Social y Educativo. Se enmarcan en actividades culturales, ambientales, artísticas y académicas que atraviesan la dinámica social y espacial del barrio, a la que se han vinculado diferentes grupos poblacionales: 25 personas en situación de discapacidad, 4 alfabetizadores, 50 familias vulnerables, grupos de la tercera edad, niños y mujeres .


El corredor ambiental se ha constituido en un espacio de reflexión y encuentro ciudadano permanente que ha permeado todo el barrio y ha contribuido a la apropiación del lugar, garantizando que los niños, las niñas y las mujeres vuelvan a habitar de forma segura el espacio. Esta iniciativa es una forma pacífica de hacer resistencia frente a cómo se planean las ciudades, la cual ha tenido incidencia en otros barrios que han buscado asesoría para adaptar la estrategia. Con la propuesta se busca fortalecer y potenciar la interacción, la apropiación y el mejoramiento del barrio, a través de la vinculación de los líderes y habitantes del sector antes, durante y después.


Aspectos económicos

El desarrollo económico del barrio, es uno de los aspectos que más se ve impactado con la propuesta; pues se aprovecha y gestiona el suelo urbano del corredor de la quebrada para el cultivo de una huerta urbana, cuyo propósito es contribuir a la soberanía alimentaria del sector. Cualquier persona puede tomar la cosecha y dejar a cambio una semilla o un servicio comunitario.


Por otra parte, desde la gestión de residuos se están vinculando familias y personas vulnerables al proceso de la recolección, separación y comercialización de residuos, a través de procesos de formación y con un estímulo económico mensual. Hasta el momento se han beneficiado 50 familias, la meta a mediano plazo es vincular a 100. Durante la pandemia estas actividades se convirtieron en un soporte económico y social de la comunidad que experimentó situaciones complejas.


En suma, con esta propuesta se busca adecuar un equipamiento contiguo al corredor para facilitar la gestión del reciclaje, mejorar el espacio público del corredor, potenciar la huerta urbana y facilitar el desarrollo de otras actividades económicas como el trueque, los mercados barriales y acciones de economía circular; aspectos que, en conjunto, contribuyen a la reactivación económica del sector.



Aspectos medioambientales

Con la propuesta de Ecobarrio Playa Rica se contribuye, especialmente, a la preservación del agua y la biodiversidad, al implementar acciones de remoción de escombros, siembra de plantas nativas, huerta urbana, vivero, mariposario, hotel de insectos. En la actualidad se tienen alrededor de 150 especies sembradas, se cuenta con el registro de diferentes especies de insectos, aves, mamíferos y reptiles que habitan en el lugar y con una estrategia barrial de gestión de residuos. Las acciones desarrolladas están favoreciendo el aumento de la biodiversidad, la restauración, apropiación y sostenibilidad del sector.


Al desarrollar la propuesta se fortalece y se da continuidad a las acciones de resiliencia urbana de la comunidad, con la implementación de la huerta urbana que promueve la conectividad ecológica, la conservación de árboles y la siembra de nuevas especies, que ayuden a mitigar la isla de calor urbano y contribuyan a la absorción de CO2. Estas acciones, se acompañarán, en el futuro, con la adecuación de un espacio contiguo al corredor, para mejorar las actividades de gestión de residuos y la vinculación de aliados estratégicos que retroalimenten todas las estrategias.

 
 
 

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