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Park(ing) Day

El Parking Day es un evento que cada año se celebra a nivel mundial en el que las personas del común se unen para convertir un lugar que es usado como parqueadero en un espacio público temporal por un solo día. El proyecto comienza en 2005, cuando un estudio de arte y diseño de San Francisco en Estados Unidos convierte un lugar del centro de su ciudad, usado para el estacionamiento de carros en la vía, en un parque público temporal. Parking Day se transforma en un movimiento de carácter global; las organizaciones y los individuos que lo celebran en todo el mundo, aunque operan independientemente, siguen las pautas que fueron establecidas por sus fundadores. Este año, algunos estudiantes y amigos nos unimos para celebrar el Parking Day en Medellín.

Avenida Jardín

Park(ing) Day Avenida Jardín

Año: 2014

Estado: realizado

La idea surgió un mes atrás, la verdad no sabíamos mucho sobre el tema y tuvimos que pasar largas horas estudiando, nos reuníamos los viernes a las 6 de la tarde, se veían muchas caras cansadas y otras con ganas de irse a rumbear, pero todos estábamos con muchas ganas de hacer algo para llamar la atención sobre espacios olvidados de la ciudad. El grupo estaba conformado por estudiante de la universidad Pontificia Bolivariana (UPB) y unos profesionales, además, se sumaron otros tantos de diferentes partes del mundo, quienes nos mostraban y compartían lo que se hacía en otros lugares.

Después de mucho estudio, de analizar y considerar algunos sitios para realizar nuestro Parking Day, marcamos ciertos puntos donde consideramos era necesario llamar la atención sobre lo que allí sucedía para tratar de mejorarlo. Después, elegimos entre todos pensamos qué era lo mejor para empezar, nos sentamos a dibujar para diseñar lo que queríamos hacer, no fue fácil plasmar las ideas de tantos, pero logramos ponernos de acuerdo con relativa rapidez.

En la víspera del día internacional del Parking Day (19 de Septiembre) nos pusimos manos a la obra, previamente, habíamos rescatado algunos elementos de la basura, algunas llantas y canastas, de esas que se usan en los mercados, algunas tablas guardadas, compramos algo de pintura y nos pusimos manos a la obra.

A media noche teníamos todo listo, la emoción era muy grande y las expectativas muy altas por todo lo que iba a pasar. Mientras pintábamos, algunos revisaban el estado del clima y discutían sobre si llovería o no, otros se preocupaban por la policía o los agentes de espacio público, otros por los comerciantes de la zona, en fin mirábamos y discutíamos todo lo que podía pasar.

Al fin el día llego, aunque llegamos temprano ya los estacionamientos estaban llenos y tuvimos que esperar, no fue fácil, algo de lluvia nos alcanzó a asustar, pero luego salió el sol. Liberaron el espacio que queríamos y nos pusimos manos a la obra, ubicamos las canastas y pusimos algunas plantas en ellas, ubicamos las llantas y un poco de espumas encima para que fueran sillas muy cómodas, un carrete de madera sirvió de mesa y luego nos sentamos a disfrutar del parque.

En realidad el sitio elegido es muy agradable, aunque es una vía transitada y pasan bastante rápido los carros, es un lugar hermoso con falsos laureles grandes y frondosos, la calle tiene zonas verdes con bonitos jardines y el andén es recorrido por personas que transitan de un sitio de comercio a otro.

Luego, llegó la hora del almuerzo, cada uno escogió el lugar donde compraría su comida y nos sentamos juntos a conversar, por ser un viernes fue inevitable la cerveza y los cocteles (en Medellín no está prohibido tomar licor en el espacio público por si alguien se escandaliza). El día transcurrió tranquilo, muchos se quedaba mirando extrañados, pero al final sonreían, otros pensaron que era una venta de

matas, no los culpo las plantas estaban muy bonitas.

Al llegar la noche algunos tuvieron que irse y llegaron otros, el espacio siempre estuvo lleno de gente. Pedimos comida y más cerveza, empezó a llover un poco, lo que no nos asustó, pero uno de los que comían con nosotros tenía una carpa y ofreció prestarla, pasamos un tiempo adivinando cómo se armaba, pero finalmente logramos ubicarla y nos sentamos a comer. Estuvimos mucho más tiempo del previsto, pero la

verdad era muy agradable estar sentado ahí.

Los comerciantes vieron con muy buenos ojos la iniciativa y quedaron muy antojados, al final la iniciativa nos costó más o menos $60.000 pesos, unos 30 dólares. Hay que tener en cuenta que una hora de parqueadero cuesta alrededor de 1 dólar, nosotros estuvimos 12 horas allí sentados compartiendo y disfrutando del lugar, lo que parece, comparativamente, salió muy económico, bueno, sin tener en cuenta lo que comimos y bebimos.

La experiencia fue maravillosa, la disfrutamos mucho, todo quedo muy bonito y agradable, no veo la hora de que podamos repetirla en el próximo Parking Day.

Carrera 70

Park(ing) Day Carrera 70

Año: 2015

Estado: realizado