En Más Urbano llevamos 5 años trabajando en pro de la Movilidad sostenible, hemos diseñado más de 100 km de ciclorrutas, muchas de ellas construidas en la ciudad de Medellín. Lo hacemos por que creemos fielmente en que este tipo de infraestructura mejora considerablemente la seguridad del ciclista y porque es una de las estrategias que más aporta a la promoción de la bicicleta y se considera que, entre los medios de transporte, es uno de los más amigables con el medio ambiente.
La actual pandemia trae innumerables retos para el bienestar de las poblaciones, en especial para las más pobres y para los emprendedores y trabajadores independientes que se han visto obligados a detener, suspender y cerrar sus medios de subsistencia. Esto ha obligado a miles y miles de personas en todo el mundo a revaluar sus gastos y a pensar en cómo gestionar e invertir de la mejor manera posible los recursos que tienen disponibles. Para ellos y para muchos más la bicicleta se convierte, entre los medios de transporte, en la mejor opción para desplazarse y distribuir sus mercancías, pues permite disminuir costos y cuidar a los demás y a ellos mismos.
Por otro lado, al sumar los datos de la Encuesta Origen y Destino de los medios de transporte público: Metro, Metroplús y Tranvía, suministrados por el Área Metropolitana del Valle de Aburrá, contabilizamos más de 2’149.000 viajes. Estos viajes se han disminuido considerablemente debido a las medidas adoptadas por el Gobierno Nacional con las que se restringe la ocupación de sus vehículos o vagones en un 30%, lo que equivale a la cifra impresionante de 1’504.300 viajes que no pueden realizarse, esto si lo calculamos en números absolutos; pero, en realidad, entre las 5 y las 7 de la mañana el número total de viajes es de 533.255 (hora pico de la mañana) y ente las 4 y las 6 de la tarde son 514.822 viajes, para un total de viajes en hora pico de 1’048.077. Casi un 50% de los viajes deberán buscar otras alternativas, unos 733.653 viajes solo en esas 4 horas del día. La pregunta que surge es: ¿qué hacer con todas las personas que no podrán viajar en transporte público?
La primera alternativa es continuar promoviendo el teletrabajo y el estudio desde la casa; así con más gente realizando sus labores en sus sitios de residencia se logra disminuir los viajes en el transporte público y, también, atenuar el riesgo de contagio. A esta complicada ecuación debemos agregarle una consecuencia que no es menor y que se deriva logicamente de la anterior: a más gente trabajando y estudiando en sus lugares de habitación crece la necesidad de distribución de bienes y servicios. El transporte de carga empieza, así, a jugar un papel muy importante, al aumentar el número de personas que puedan quedarse en sus casas y al limitar sus desplazamientos a lugares que no estén a una distancia no mayor de 500 metros de su lugar de residencia.
Ahora bien, las personas que no pueden cumplir con sus actividades mediante el teletrabajo, entre las que se cuentan, por supuesto, todos aquellos que realizan sus labores directamente en el campo de la salud, los que se dedican a la construcción y, en general, todas aquellas personas que producen y distribuyen bienes de consumo, o los que por la especificidad de sus procesos no los pueden hacer desde la casa. Si todos los desplazamientos que deben realizar estas personas no pueden hacerlos en transporte público, tendrían que optar por utilizar un carro, lo que nos llevaría a otro problema difícil de solventar, el incremento en el costo y en la cantidad de vehículos que se requieren para su desplazamiento, lo cual conduce, sin lugar a dudas, a un aumento significativo en el tiempo de viaje, debido fundamentalmente a la congestión que se produce, lo que conlleva, además, a un incremento en los niveles de la contaminación. Consideramos, entonces, que, al sumar todos estos factores, quedaría como la solución más viable: la micromovilidad. Es necesario buscar vehículos que sean más pequeños y que puedan mover a más gente y que puedan transportar bienes y servicios. Dentro de este tipo de vehículos hoy tenemos: las bicicletas, las patinetas y monopatines, las motocicletas y, en general, toda una variedad de pequeños vehículos que ayudan al transporte y movilización.
Es imperativo, ante esta nueva situación que se presenta con la emergencia producida por el Covid 19, tomar una serie de medidas adicionales que contribuyan con la seguridad vial, para prevenir que con el aumento de los viajes que se anticipan aumenten los incidentes que causen más heridos y muertos y que congestionen, aún más, el sistema de salud. Desde Más Urbano hacemos un llamado a los conductores de motos a ser muy prudentes con el uso de estos vehículos, pues, todos sabemos, que debido a sus características y diseño revisten riesgos a los que se deben estar atentos, es necesario que se recurra a una protección adecuada, no solo en la cabeza sino en todo el cuerpo. Sin la pericia adecuada que da la practica continua de manejo de este tipo de vehículos se da una altísima probabilidad de producir incidentes, y más aún, con una gran posibilidad de causar lesiones o de salir herido.
El Colectivo Más Urbano, desde su campo de trabajo, ha venido diseñando la propuesta: “Ciclorrutas Temporales”, con el fin de aportar a las medidas adicionales que deben implementarse para la movilidad, ante la situación de emergencia que enfrentamos. Cada semana iremos entregando un nuevo diseño, con el que se busca mejorar las condiciones de movilidad y de seguridad para todos aquellos que usan la micromovilidad como una alternativa más viable para moverse en la ciudad.
Conexión Sur-Oriente
Para esta conexión optamos por hacer un diseño para la conexión Sabaneta-Envigado-Medellín, pues en esta zona se realizaban diariamente 76.069 viajes en transporte público distribuidos así: 47.623 Envigado-Medellín, 4.864 Sabaneta-Medellín, 23.582 Envigado-Sabaneta. El 70% de esos viajes no podrán realizarse, el impresionante número de 53.248 viajes.
La propuesta de diseño de Más Urbano para la conexión entre Sabaneta, Medellín y Envigado se localiza en donde, actualmente, se construye el corredor de Metroplús, que proyectaba poder mover 113.000 pasajeros al día. Hoy en día todavía no está en funcionamiento y no se sabe, con certeza, cuando arrancará. Este espacio, por consiguiente, está disponible, por el momento, y se muestra adecuado para implementar una medida a corto plazo, que permita su utilización para diseñar una “Ciclorruta temporal” y de esta manera aprovecharlo y adecuarlo para que por este lugar se puedan desplazar una gran cantidad de personas al día, que opten por el uso de ciertos vehículos de micromovilidad (bicicletas, patinetas, monopatines y, en general, toda una variedad de pequeños vehículos de características semejantes) durante el tiempo que dure esta contingencia.
Longitud total: 6.02 km
Conexión Nor-Occidente
Según la encuesta Origen y Destino realizada por el Área Metropolitana del Valle de Aburrá actualmente se realizan mas o menos unos 110.000 viajes en transporte público cada día, esto viajes tienen una condición especial que podría ser aprovechada para una estrategia de promover e incentivar los viajes en bicicleta, su movimiento pendular donde en las horas de la mañana entre las 5:30 a.m. y 7:30 a.m. se realiza 40.809 viajes un poco más del 40% de los viajes en dirección a Medellín, se repite en horas de la tarde entre las 4:00 p.m. y las 6:30 p.m., esto podría aprovecharse ocupando el espacio que menos demanda tiene para remplazar un carril vehicular por dos carriles para bicicleta y así aumentar la capacidad de la vía.
Aprovechando que la Autopista norte tiene 3 carriles e casi toda su extensión se propone entonces lograr una conexión entre la ciclorruta existente en la Carrera 49 en Bello y Punto 0 en Medellín donde conectaría con la amplia red de carriles bici que tiene la capital de la montaña.
Longitud total: 3.38 km
Conexión Sur Occidente
Aprovechando una de las vías mas amplias que tiene la ciudad de Medellín y la de Itagüí, sería bastante efectivo redistribuir los carriles para dejar un carril al costado derecho de cada calzada donde se mantendría la cantidad de carriles y así no se afecta la capacidad de la vía, esta vía tiene 10.50 m de ancho, esto se podría redistribuir en 3 carriles de 3 metros (en vehículo más ancho que tiene permiso para circular en Medellín es de 2,60 m), y ubicar a cada costado un carril de 1,50 m de ancho en cada calzada, esto se conectaría con la ya existente en la Avenida Guayabal a la altura de la Avenida 80 y que a través de esta se conecta con la amplia red de ciclorrutas de la ciudad de Medellín.
Longitud total: 7.82 km
Intervenciones en Nor-Oriental y Sur Oriental en Medellín
Dado la poca disponibilidad de espacio que presentan estos dos sectores de la ciudad, se recomienda realizar campañas de control y sensibilidad para garantizar la seguridad vial, elementos de comunicación sobre las rutas menos pendientes y las conexiones con el centro de la ciudad que se pueden lograr con bicicleta podría resultar en que más personas usen la bicicleta, utilizar el corredor del tranvía como un corredor ciclista, es necesario adaptar los sumideros que presenta este corredor.
En el sector del Poblado dada su topografía y la configuración de sus vías pero también teniendo en cuenta que este sector presenta una sociedad con una mayor capacidad financiera para adquirir bicicletas asistidas y que muchos de ellos ya están entrenados para subir pendientes moderadas y altas, se recomienda reducir y controlar la velocidad máxima a 40 km por hora y así mejorar la percepción de seguridad de los ciclistas, una campaña de sensibilización masiva hacia los conductores de transporte público y de mercancías, como la realizada por la Magia de la Bici, o acompañamientos más personalizados como las de Señoritas al Pedal o Siclas donde a través de pequeñas caravanas donde se conserve la distancia en horas donde la gente necesita salir o regresar de su trabajo lograría que con poca inversión y poco tiempo más personas se atrevan a usar la bicicleta en estos tiempos de distanciamiento físico.
La primera experiencia para un ciclista es fundamental, reforzar el mensaje con anuncios de apoyo y acompañamiento es indispensable para los que se atreven por primera vez, una campaña de acompañamiento en los primeros días, como BiciAngel, podría ser fundamental para que más personas pierdan el miedo y se atrevan a salir en bicicleta.
Esta estrategia viene siendo implementada por muchas ciudades en el mundo como, por ejemplo, Bogotá, Lima, Viena, Budapest y Berlín y, en países como Francia y España se está estudiando la posibilidad de implementar estas medidas para cuando termine el confinamiento.
Comentários